Tras dos procesos consecutivos sin clasificar al Mundial de la categoría, Marcos Mathías es muy irresponsable y caradura, para decir "Me voy conforme, me voy tranquilo". Pregunto yo, ¿SE VA A COMPETIR O A PARTICIPAR?. Mathías se excusó y dijo lamentarse debido a que sus tres delanteros, Machis, Josef Martínez y Arteaga, se incorporaron muy tarde, pero es que JAMAS hubo juego colectivo donde estos tres aportaran lo que de ellos se esperaba, solo pelotazos, sin ideas de juego y llegadas esporádicas, la falta de gol no fue cuestión de delanteros.
De hecho el nivel de éste XXVI Sudamericano de Fútbol Sub-20 de 2013 debe ser de los más bajos de su historia, a nivel de individualidades Venezuela estaba sobre el nivel, pero tácticamente, jugaron a nada! la preparación física si fue excelente, pero el fogueo fue mínimo, ¿cuantos amistosos jugaron?. Musculo y un plan coordinado deben ir de la mano. Tras tres legítimos penales seguidos cometidos por la defensa venezolana y de cómo el defensa del CD LARA, Joel Caseres siendo el juvenil con más minutos en el Torneo Apertura no fue llevado siempre me quedara la duda. Y como aquel desesperado que corre sin ideas, se recurre en última instancia a Juan Pablo Añor para salvar un barco que ya estaba hundido. Es claro que el vuelco que le dio el joven volante al juego de la selección fue de 180°, pero no se confundan, no se trata de lamentar que este no abrió desde el primer partido, ya que un solo jugador no puede hacer todo un equipo y el mismo no puede ser culpable de la caída de este.
Reflexión. Que el mentor de Mathías, Cesar Farías lo haya defendido a capa y espada, en su reciente rueda de prensa no ayuda al progreso de los futuros Sub 20, “Ya pasemos la página de la Sub 20". “Es fácil echarle la culpa a Marcos (Mathías), pero él no patea penales, no cobra tiro libres". "La responsabilidad no debe caer sobre uno”. “Se le dio una orden a un jugador, donde se le pedía sacar lejos el balón para evitar el rebote y este hizo lo contrario". Uno comienza a entender porque se repiten los fracasos. Es decir borrón y cuenta nueva sin buscar reconocer y corregir fallas. En Uruguay 2015 será la próxima cita sudamericana y de no haber cambios en el proceso, con solo tener jóvenes talentosos jugando en Europa, ya vimos no garantiza la clasificación.