¿Es
el juego de ida de la final de la Copa Venezuela, un reflejo del actual nivel
del fútbol local venezolano?.
Tras ver el juego sentí una serie de inquietudes y hasta cierta
incertidumbre, si cabe esta palabra, para describir la mala sensación que me produjo,
analizar el juego de ida de la fina de la Copa Venezuela, entre Táchira y
Caracas. Pero ¿y porque tanto melodrama de mi parte?. Si bien el juego fue
entretenido, porque aburrido no fue, me surgieron estas dudas.
Primero. Al inicio del cotejo,
Táchira, comenzó a todo gas, el equipo presentaba una idea clara del juego que
realizaba, muy vertical, explotaba la banda izquierda en continuas galopadas,
ante un Caracas estático, sin reacción y sin ideas, ni intenciones, de cómo
atacar con claridad, de hecho sus piezas se hallaban totalmente aisladas unas
de otras, muy predecible, en conclusión se veía un equipo perdido
sobre el campo. Les recuerdo que estamos hablando del equipo que está
líder del torneo.
Llega el gol de Táchira y para sorpresa, los de Farías, detienen
su galopada y retroceden sus líneas. ¿Por qué de esta situación?, ¿tan
conformista y poco arriesgado fue Farías en buscar ampliar la ventaja? o sus
jugadores dejaron de seguir el planteamiento de su director?. Lo cierto es que a raíz de estatismo de su
juego es que los rojos subieron líneas y se abocaron al juego ofensivo, y no
por méritos propios de una reacción natural en busca del empate. !Sueno la alarma! No se supone que
Caracas FC es el líder del Apertura? ¿Cómo es posible que
el líder de un torneo reaccione solo por retroceso de
su rival más no por iniciativa propia?
Al segundo tiempo, se
invierten los papeles y es Caracas quien toma la iniciativa del inicio del
complemento y muta a un juego ofensivo y no de
intentonas esporádicas como se le vio en 1er tiempo, con los dos
disparos tanto de Otero (min 9’)
como de Luis “Cariaco” González (min 16').
Min 49’, llega el gol del
empate, merito a la constancia, pero !sorpresa! como una copia al carbón de lo hecho por
Táchira tras marcar, los rojos luego del gol de la igualdad, bajan el
ritmo de juego y Táchira aprovechó para tomar el control del partido. Vuelvo a
preguntar las mismas inquietudes que hice sobre el Táchira ahora sobre Caracas.
¿Por qué Caracas luego del gol bajo el ritmo? Si tenían el control
del partido, ¿porque retrocedieron? a la postre tuvo su castigo y Táchira
gana el partido.
Mi conclusión, es que la falta de oficio sigue apoderada
del fútbol venezolano, y en estos últimos años de
supuesta evolución, aun seguimos estancados en
la idiosincrasia de como el futbolista y técnico venezolano
afronta un compromiso. Y en una final de copa, donde se enfrenta
el líder del torneo y el equipo que hizo una de las mayores inversiones en
refuerzos, se ven las costuras y el reflejo de lo que vemos domingo a domingo,
y en los malos resultados en Libertadores y Sudamericana.
¿Evolución del fútbol venezolano?. En su extensión a
cuenta gotas. La verdadera evolución la veo a nivel individual del
futbolista, como Otero y Orozco, pero no del fútbol a nivel de
equipos. Así estamos.