Aunque de la FVF nunca se sabe con pueda actuar, pero lo más probable es que de esta final (Sanvicente-Páez) salga el próximo DT de la Vinotinto. Páez plasmo el cambio y metió al país en el mapa futbolístico sudamericano, pero a pesar de ello al final de su ciclo peco de creerse esencial a la causa por encima de las necesidades de la selección. Farías al relevar a Páez, comenzó de cero y obvió lo bueno de su antecesor, hundiéndose en grandes fallos producto de su insensatez. Aquí una breve reseña de los errores a no repetir por el próximo DT nacional.
El nuevo DT vinotinto debe conocer la idiosincrasia del jugador venezolano, entender sus carácteres, rasgos propios y distintivos. Reconocer sus debilidades como el saber explotar al máximo sus virtudes. Los protagonistas siempre serán los jugadores. Y en base a las características de estos, es a partir de ahí, que debe plantease el sistema táctico. El DT es un estratega y un guía, este debe apartar la típica tentación de creerse imprescindible (como así lo hicieron los dos últimos antecesores); que acepte y asimile lo bueno que dejo el pasado para así adaptarlo en armonía con los nuevos elementos del presente. Y muy importante, entendiendo que hay jugadores de equipos y jugadores de selección, salvo algunas excepciones; ningún jugador es irreemplazable, por lo tanto, nada más sano en un equipo donde el titular sea aquel que pase por la mejor forma física y futbolística, que prive su actualidad y mejor momento.
El nuevo DT vinotinto debe conocer la idiosincrasia del jugador venezolano, entender sus carácteres, rasgos propios y distintivos. Reconocer sus debilidades como el saber explotar al máximo sus virtudes. Los protagonistas siempre serán los jugadores. Y en base a las características de estos, es a partir de ahí, que debe plantease el sistema táctico. El DT es un estratega y un guía, este debe apartar la típica tentación de creerse imprescindible (como así lo hicieron los dos últimos antecesores); que acepte y asimile lo bueno que dejo el pasado para así adaptarlo en armonía con los nuevos elementos del presente. Y muy importante, entendiendo que hay jugadores de equipos y jugadores de selección, salvo algunas excepciones; ningún jugador es irreemplazable, por lo tanto, nada más sano en un equipo donde el titular sea aquel que pase por la mejor forma física y futbolística, que prive su actualidad y mejor momento.
Tras la introducción dada, Cesar Farías, obvió todos estos factores y subestimo otros. Cuando tomo el testigo de Páez, sacudió la mesa de dibujo, tiro el gran trabajo y avance realizado por su antecesor a un cesto y se planifico comenzar de cero.
Como primeros puntos, se trazó rejuvenecer la mayor parte del componente de la selección y con ello, ampliar la universalidad de jugadores. En ese aspecto todo suena bien, solo que un cambio tan brusco no puede ser dado de un solo golpe, más si gradualmente, recambios específicos y bien planificados en base a lo que puede aportar cada jugador; y como dije al inicio, entender sus limitaciones y explotar las virtudes de estos. Como primer resultado aparto a estandartes y veteranos de la selección que para el momento eran piezas claves, como José Manuel Rey, ampliando el “filtro” y abriéndole las puertas a muchos novatos y otros nombres de completo desconocimiento al público en general. Resaltando así, la falta de méritos de muchos de estos como Francisco "Minino" Flores, Giácomo Di Giorgi, Alejandro Moreno, entre otros.
Como resultado, se dieron una cadena de malos resultados, por lo que el DT tuvo que volver a llamar a los jugadores descartados al inicio. Al punto en que quiero llegar es que si bien ampliar la universalidad de jugadores, nunca será negativo, la misma debe ser escalonada, y tener un límite acorde con el desarrollo y madurez de cada jugador. Para el mejor desempeño hay que conocer y respetar los rasgos propios de los jugadores con quienes se cuenta para armar una selección; a partir de ahí, el dibujo táctico se amoldara a dichas cualidades, tanto en el biotipo como en lo técnico; creando así, el mayor confort y soltura dentro del campo, para quienes ejecutan dicho esquema.
Con Richard Páez se dio el real paso de amateur a profesional, se metió en el mapa futbolístico sudamericano y se jugó por primera vez a encarar y no salir a cumplir el calendario de fechas. Más allá del profesionalismo instaurado. Se cambio la manera de pensar, se ataco el lado psicológico, aquel que hacía del jugador vinotinto un derrotado antes de comenzar un partido. Se gano en confianza y actitud y a entender sus capacidades propias. Cesar Farías quien casualmente, disputo la misma cantidad de juegos de eliminatorias que su antecesor, sumo un punto menos en estas, pero obtiene un 4to lugar inédito en la Copa América 2010, para luego perder partidos claves por malas decisiones, tanto tácticas como a la hora de seleccionar los jugadores que elaboraría su plan de juego entre uno y otro partido, desperdiciando con ello a la mejor generación de jugadores venezolanos en su historia. ¿Se cumplió la meta?
El ciclo de Farías se caracterizo por la inconsistencia por carecer de un juego definido, con marcada dependencia al balón parado y escasa producción de jugadas de ataque, se basó a pases largos (rifados) y la entrega de la pelota e iniciativa al rival, pobre estrategia que obviamente no le funciono como se apreció en ser la eliminatoria con menos goles a favor para Venezuela desde Francia 98; Pero que irónicamente al final de la eliminatoria, como arma de último recurso, termino copiando el estilo de Páez del que tanto despotrico, es decir, utilizando jugadores ágiles como Otero, Josef Martínez, Orozco, que pudiesen crear juego y abrir espacios, con la premisa de controlar el balón a ras de piso, con salidas limpias desde atrás, pasando en asociación con el resto de los jugadores del plantel. Farías obvio las características natas del jugador venezolano, viéndose estos, muy incómodos, entrabados y sin fluidez.
Pero así como Páez marco un hito, un antes y un después. Al final de su periodo también sufrió el virus de la soberbia y el protagonismo por encima de los jugadores, ya que a pesar de mantener su estilo intacto, se aferró a cierto jugadores que por distintas razones ya no mantenían el nivel necesario para cumplir el planteamiento deseado, tanto así, que se negó a darle entrada a jóvenes jugadores que si estaban al nivel futbolístico requerido, como ejemplo Cesar “Maestrico” González, Edder Pérez, Daniel Arismendi, entre otros.
Y si a números vamos en igual número de juegos para ambos, Páez supero por un punto a Farías en eliminatorias:
César Farías: 30 PJ | 9G | 9E | 12P | 36 Ptos //
Richard Páez: 30 PJ | 11G | 4E | 15P | 37 Ptos//
1) Venezuela marcó 9 goles menos que en la pasada eliminatoria. Y 6 menos que en la eliminatoria para ‘Alemania 2006’.
2) Sacó 2 puntos menos (20 y 22) y llegó al juego contra Paraguay sin depender de sí mismo, a diferencia de las dos eliminatorias pasadas.
3) Sólo sacó 2 puntos de 18 contra rivales directos. Farías tuvo mejor plantilla, más preparación y más inversión que Páez y aún así tuvo peor balance.
Sobre el “actual” Páez, he seguido los juegos de Mineros y fiel al estilo del merideño, se les ve muy cohesionado del medio campo en adelante, mas siempre les veo desatinos defensivos. El principal demonio que lo consumió y solicitaba su salida fue, caer en la mediocridad de “conservar un resultado aceptable”, es decir, si caía en un juego que fuese por poco margen sin arriesgar, o algún empate conformista. Derrota sin luchar es una derrota antes de comenzar un partido. Dos claros ejemplos, la derrota 3-0 ante Brasil, en la eliminatoria (14/11/2001) sin nada que perder, jugó todo el partido replegado, solo con Giancarlo Maldonado como única punta; y el conformista y vergonzoso, empate “pactado”, en la fase de grupos ante Uruguay en la Copa América el 03/07/2007.
Quiero acotar que, Farías en ningún momento representa una evolución del actual nivel futbolístico venezolano, él solamente es, circunstancialmente, quien estuvo al frente en este punto histórico de nuestro futbol. Luego ciertos resultados y las seguidas 4 victorias contra Uruguay (2:0), Chile (0:2), Perú (3:0) y Paraguay (3:1) en la eliminatoria mundialista 2002, único e histórico en este balompié hasta ahora, que dio comenzó al "boom Vinotinto" trayendo consigo el logro más importante, que fue: atrapar al venezolano y hacerle interesarse realmente por el fútbol, que el publico fuera al estadio a ver jugar a Venezuela y no a la otra selección, se empezara a usar las camisetas vinotinto; trayendo consigo a una larga lista de nuevos patrocinadores.
Para finalizar, y recalcando como lo he venido repitiendo a lo largo de este escrito, el técnico nacional, debe crear su esquema y táctica, a partir de las cualidades de sus jugadores y no viceversa, es decir, no puedes forzar al jugador dentro de un dibujo táctico que no se amolde a sus características propias, y las cualidades que este pueda ofrecer para la interpretación y ejecución de estas. Por este principio es que mi persona, como así, la gran mayoría, voto por Noel Sanvicente para que sea el próximo DT nacional, su gran hoja de trabajo así lo respalda.