No entiendo esa campaña de muchos periodistas
del fútbol venezolano, donde exclaman con mucho recelo, "¿de qué
vale ir al Mundial con un torneo de fútbol local tan mediocre?",
"Cambio un Mundial por una Liga venezolana exitosa"
como por ejemplo, este artículo llamado: > Dudar para crecer, Comparto sus puntos con
respecto a que llegar a un Mundial, no será ni remotamente la cura a los males
del fútbol nacional, tal cual como le paso a Bolivia clasificado al Mundial
de USA 94, pero que paralelamente poseía un torneo local muy pobre en nivel
y organización, siendo así desde entonces, su primera y última clasificación
hasta ahora, por mérito propio deportivo. A diferencia de estos, el ejemplo que
se toma a seguir, es el caso de Ecuador, quien desde principios de los años
90's ha desarrollado su liga local, obteniendo finales que incluyen títulos en
la Copa Libertadores y Sudamericana.
Ese mensaje "aleccionador" es
ridículo por donde se le mire. Aunque se entienda su intención de no vivir solo
de la algarabía Vinotinto del momento, sin olvidar y dejar a un lado lo mal que
esta el fútbol local este mensaje queda a medias, sí no aporta soluciones; es
decir, ¿acaso con dejar de ir al Mundial se lograría algo?, de hecho, para
nuestro país, que vive y muere de un "boom" y las modas del momento,
sería despedirse de mucho patrocinio y un golpe de KO al torneo local, por
aquello de "yo no gasto e invierto dinero en unos perdedores",
aparte, vamos a estar claro, un Mundial es un bálsamo emocional que
mucha falta le hace a este golpeado y dividido país. Para los niños y
jóvenes que comienzan a ver el fútbol venezolano, más allá del desastre
organizativo y estructural, sería un gran incentivo ver a su selección en un
Mundial, ya que se crea una cultura al producto local.
Claro está, sí hoy la
selección estuviese clasificada al Mundial y las elecciones de la FVF fueran
mañana, Rafael Esquivel utilizaría para reelegirse a la
presidencia como mérito a su gestión, una primogénita clasificación mundialista
y su mensaje sería, "mayor logro que haber clasificado a un Mundial para
nuestro, fútbol imposible". Cuando es sabido por todos, que el mayor
cáncer del Fútbol Venezolano es la administración este señor -corrupción,
inoperancia ante equipos quebrados, obras incompletas, transmisiones de Tv de
los juegos a medias- y el 1er pasó para empezar hacer las cosas bien seria
salir de él inmediatamente.
Las elecciones FVF serán en Marzo del año
entrante, no sé sí tendrá contendientes, pero bajo la nueva Ley Orgánica del Deporte, votaran los clubes, futbolistas y
entrenadores, de ser así, la sensatez debería prevalecer sobre la reelección de
Esquivel. El voto de los atletas estará condicionado a los estatutos de
las federaciones, para "evitar sanciones internacionales", de
hecho existe una laguna de información, en cuanto a la forma de como los
futbolistas ejercerán su voto para las próximas elecciones presidenciales de la
FVF, a realizarse en Marzo de 2013. El Articulo 50 de
esta Ley establece, que los las atletas pertenecientes a la Federación, (en
este caso los futbolistas) e inclusive los clubes, y entrenadores, tienen
derecho a elegir las autoridades de las federaciones deportivas. Hasta ahí todo
claro, pero por parte de la Federación Venezolana de Fútbol, hasta el Sol de
hoy no se ha dicho nada al respecto. Recordando que esta Ley dejó a las
federaciones que fueran autónomas para decidir cuantos
votos darán a los atletas, de ahí la trampa.
El primer mandato del próximo presidente de la
FVF, debería ser, ordenar preceptos gerenciales rigurosos para los equipos de
1era y 2da división. Incentivos prácticos e inteligentes de la mano con el
gobierno nacional, como por ejemplo, -Empresa que más colabore, invierta u
aporte con el fútbol venezolano se considerara como gastos deducibles en
impuestos (ISLR) al fisco-, es decir, que se tome esa inversión, como una
donación a una fundación, contrario a lo impositivo como lo
establece esta ley, que citare a continuación:
Sobre la Ley Orgánica del Deporte Actividad Física y Educación Física el Artículo 68 que establece la creación del Fondo Nacional para el Deporte, con el aporte del 1% de la utilidad contable anual de las empresas públicas y privadas y que tengan ganancias netas por encima de 20.000 unidades tributarias, es uno de los artículos más cuestionados, debido a que condiciona y pone en riesgo el patrocinio de ligas profesionales y atletas. Ya que ahora las empresas deben contar con la aprobación del Instituto Nacional de Deportes para hacer sus aportes. No hay así libertad de patrocinio, ya que queda condicionado al visto bueno del IND. La erogación o donativo del 1% al Fondo Nacional del Deporte se realizará de forma inmediata y bajo los lineamientos del IND. Este aporte no constituirá un desgravamen al Impuesto Sobre la Renta. Es decir de esa cantidad que pague la empresa, no se descontara a lo que tengan que pagar en impuestos tributarios al SENIAT. De ahí es que, este precepto no constituye un incentivo al patrocinio, por ser un gasto extra a las empresas.
Esta Ley, debía responder a la nueva
realidad económica nacional, pensando en la contribución que deba proporcionar
en la construcción del mejor fútbol desde sus cimientos; ir a un Mundial
siempre será positivo, el fanático no tiene la culpa del abandono de parte de
las autoridades correspondientes al fútbol local venezolano, y en cuanto a los periodistas
"inmaculados" con rasgaduras de camisas, que busquen otra manera de
llamar la atención!