martes, 15 de octubre de 2013

La verdadera Vinotinto y el fracaso de Farías

Tras el empate ante Paraguay se esfumó la última esperanza clasificatoria que por si sola era épica por depender de combinaciones matemáticas. Un repaso analítico de los últimos encuentros cruciales, desglosamos los reales factores que definen el real nivel de Venezuela y el fracaso de Farías en su meta histórica al primer Mundial.

El real Farías siempre ha vivido de la necesidad y no de sus creencias. Sólo 4 de los 14 goles fueron en jugadas de jugadas colectivas. Farías habló de contundencia, que no necesita de la posesión del balón, pero fue la peor eliminatoria ofensiva de Venezuela desde Francia 98. 


La frustración de esa aplastante derrota ante Chile es lo de menos, lo que nos venía a la mente era los 3 puntos perdidos en la Paz (07/06/2013). Aún cuesta pasar la página, de ver cómo Farías entregó un juego que más allá de irse ganando con un claro dominio, fue como lo cedió para “conformarse” en defender el 0-1, que terminó en un amargo empate, y que sin duda fue el juego clave que pudo cambiar toda la historia de esta eliminatoria, pudiendo ubicar en una mejor posición a Venezuela. Se perdieron 3 y no ese “valioso punto” de la asfixiante altura de la Paz. Ante Bolivia los venezolanos fueron totalmente superiores y luego de tomar la ventaja se crecieron en su juego ante unos agotados y sin resistencia jugadores bolivianos para luego retroceder líneas y entregarles el campo que a la postre trajo continuas llegadas y con ello el empate y no como muchos piensan por un error en la salida de Renny Vega.

(11/06/2013) Llega un Uruguay de capa caída, sólo dos empates en sus últimos 5 juegos, presagiando sería la víctima ideal para que la Vinotinto se adueña de manera absoluta del quinto puesto, que de haberse conseguido se posicionaban en 19 y Uruguay con 13 unidades. El planteamiento inicial no fue el más acertado ante el oficio charrua. Uruguay llevó a Venezuela a su estilo, un juego al choque y de mucha pegada, totalmente físico, cerrando la zona central y que una vez obtenido el balón, apelaban a rápidos contragolpes. Tabárez puso una trampa y obligó a Venezuela a jugar a lo que ellos querían. Le entregaron la posesión de la pelota a Venezuela pero desarticulando sus piezas, nunca subió en bloque siempre muy separados unos de otros con un juego predecible y estático en sus pretensiones ofensivas, "obligados" a jugar al borde de las líneas laterales y solo tirando constantes centros aéreos al área que fueron repelidos; se aisló y desgastó a un fajado pero solitario Rondón del grupo, sin un compañero que distrajera a los defensas. Aquí surge el subestimar de Farías hacia Uruguay, cuando deja fuera de convocatoria a dos jugadores delgados pero desequilibrantes, esos que abren espacios y buscan el último pase para asistir al compañero mejor ubicado, es decir Otero y Josef Martínez. Con esta derrota perdimos la posibilidad de clasificar sin necesidad de depender de otros resultados.
El tridente ofensivo que solo fue usado como ultimo recurso

Farías, como punto crítico, nunca logro consolidar a la selección y se caracterizó a lo largo de toda la eliminatoria por su cautela, inconsistencia a la hora de definir los nombres en su 11 inicial y peor aún por entregarle el balón y esperar la propuesta del rival, dependiendo en demasía del balón parado y la idea del contragolpe que a la postre mostraba una selección predecible y recurriendo excesivamente a continuos largos pelotazos como principal meta a la obtención del gol. 

Su antecesor Richard Páez, dejo una identidad propia que estaba creciendo a grande pasos. Tras este ciclo, el actual DT no le dio seguimiento a ese estilo, aclarando no se trataba de copiar al pie de la letra, cada DT tiene sus propias innovaciones y estilo propio, pero descarto la fórmula ganadora caracterizado por el buen trato del balón a ras de piso y el toque corto, que solo aparece esporádicamente solo cuando al DT no le queda de otra que “arriesgar” e irónicamente es cuando se han visto los mejores resultados (Paraguay en la Asunción, Perú en Puerto La Cruz).
Tanto Farías como muchos de sus súbditos periodistas (Turinese, Provenza, Walter Roque y otros mas), dieron falsos argumentos del porque a Venezuela le ha costado clasificarse, obviando los planteamientos del DT venezolano. Aseguran como únicos dueños de la verdad, que es un error creer que Venezuela pudo hacer más de lo que logro y hasta no se tenga jugadores en Barcelona, Real Madrid, Manchester United, Inter, Bayern Munich, la meta mundialista será inalcanzable; al parecer se olvidaron de la Argentina dirigida por Diego Maradona en las Eliminatorias para Sudáfrica 2010 plagada de estrellas en los mejores equipos de Europa, estuvieron a punto de quedar fuera de la cita en Sudáfrica; solo hasta el último juego del calendario lograron el cupo. Un conjunto por más estrellas que posea, sin un estratega que cohesione las características de estos con un sistema acorde táctico, jamás podrá obtener una identidad propia de juego con que se sientan identificados. La Colombia que clasificó a Italia 90 solo tenía a dos jugadores en el exterior, Cuando Bolivia clasificó al Mundial de USA 94 solo tenía un jugador en Europa: Erwin Sánchez (Boavista FC).
Entre un juego y otro siempre nos preguntábamos, ¿Cuándo la sensatez se asentara de manera definitiva, en la estrategia a seguir del entrenador? ya era costumbre que luego de un buen juego, al siguiente son otros nombres y otro sistema (Ejemplo: luego de ganarle a Paraguay cambio el planteamiento para enfrentar a Ecuador). Esa repetida inconsistencia a la hora de armar un once, sus contantes "laboratorios", ¿por qué no mantuvo la fórmula ganadora?, ¿por qué tiene que cambiarla al juego siguiente?, siempre experimentando nuevas opciones, (imponiendo esquemas tácticos por encima de las características de los jugadores que lo debían ejercer, ¿Por qué hay una diferencia tan abismal entre un mal juego y uno bueno?, ¿cuál es el límite de Farías en decirse así mismo: “al fin esto es lo que quiero”. Desde el año 2008, para cualquier técnico es un lapso de tiempo más que suficiente para definir qué es lo que quiere y no seguir en esa interminable búsqueda de esa identidad para la selección.
¿Los méritos de Farías? un 4to lugar en Copa América que hubiese cambiado por una clasificación, repatriar a los "europeos" Amorebieta, Dani, los Feltscher, Túnez; su trabajo y desarrollo en las categorías menores y gran visión en descubrir piezas que hoy son esenciales como Salomón, Tomas Rincón. Pero estos méritos quedan eclipsados si son desaprovechados cuando no se aprecian los resultados, mejoras y consistencia en el juego.
Esta imagen no podrá ser vista en Brasil por el fracaso de su DT
Repito, Farías siempre ha vivido de la necesidad y no de sus creencias, ¿la prueba? al final de las eliminatorias se recurrió a un estilo de juego ajeno al que usó la selección en partidos anteriores y cambios bruscos afectan en lo táctico y la costumbre. Sólo recurriendo a los pequeños ágiles, Otero, Orozco, Josef, cuando así por la urgencia se vio necesitado, lo llamó “un riesgo”. Ahí se vio a la verdeara Venezuela, más cohesionada, una que gana en volumen y mayor producción de juego, con claro dominio y posesión de la pelota. Al entrenador siempre se le pidió que arriesgue y proponga algo más que el pelotazo y depender del balón parado, un planteamiento más ofensivo y menos miedo al error. 14 goles en 16 partidos y solo 4 anotaciones llegaron como consecuencia de jugadas colectivas. 

Ante Paraguay en la Asunción y Perú en Puerto La Cruz, Venezuela demostró de lo que es capaz de hacer cuando quiere proponer, es cierto que Perú no es igual a Chile, pero la propuesta que se hizo jamás se realizó a lo largo de toda la eliminatoria. Ya existe un desgaste y lo más sensato es cerrar este ciclo y con ello un cambio de técnico que aproveche a la mejor generación de futbolistas venezolanos de la historia y para aquellos que aún lo dudan, se pudo haber clasificado de manera directa, se contaba con el suficiente material humano para lograrlo, el futbolista venezolano ya está a nivel de competir con el resto de Sudamérica (se venció a Colombia en su mejor momento, ¿recuerdan?). 

No busquen más excusas esto fue un fracaso. La continuidad de una idea de juego prioriza al jugador como el único capaz de producir fútbol, y no utilizarlos solo cuando te veas acorralado. Muchos dirán con un torneo local en total caos, sin infraestructura y equipos quebrados no se puede clasificar, pero no se confundan, la selección y el torneo local son dos realidades totalmente opuestas, ya que la gran mayoría del componente de la selección nacional han sido desarrollados en el exterior.

Fotos: Asdrubal Diaz @asdrubal_diaz

2 comentarios:

  1. Excelente nota bro muy completa!

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  2. Carlos Diablos Rojos!19 de octubre de 2013, 0:35

    Como nos se desperdicio este combo de chamos Otero, Alexander, Orozco, Josef, es increíble como las veces que estaban en cancha era otra Vinotinto y otra manera muy distinta de jugar, había volumen de juego y constantes llegadas al area con muchas jugadas asociadas, de verdad es frustante y causa mucha impotencia perderse un mundial que sin ser exagerado teníamos con que clasificar de manera directa...

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